La automatización industrial es una evolución natural de los procesos de producción que engloba tecnologías y metodologías que permiten realizar tanto la gestión conjunta como el diagnóstico de todo proceso de producción, ya sea con o sin la interacción de un operador.
Gracias al conjunto de tecnologías que utiliza sistemas y dispositivos de control, como software informático y robótica, la automatización mejora los tiempos de ciclo, la calidad del proceso, la productividad y con todo ello la competitividad de la empresa.
El avance de la industria 4.0 ha convertido a la automatización industrial en un factor imprescindible y diferenciador, un elemento que te mantiene al nivel de tus competidores gracias a que la automatización de los procesos aumenta la eficencia, la calidad del producto, ahorra tiempo, reduce los costes, elimina los errores humanos y alcanza un mayor rendimiento.
¿Para qué sirve la automatización industrial?
Aunque la funcionalidad de la automatización es bastante amplia, podemos decir que el objetivo de la automatización de los procesos de una empresa es conseguir una mayor eficiencia mediante el aumento de la producción mejorando la calidad de los productos a la vez que se reducen los costes y los riesgos.
Cualquier empresa que decide invertir en automatización logran rentabilizar la inversión en un tiempo realmente corto gracias a las grandes ventajas y beneficios que la automatización de procesos proporciona.
¿Porqué automatizar? Ventajas de automatizar un proceso industrial
Reducir el tiempo de inactividad
Gracias a los procesos de mantenimiento predictivos y preventivos capaces de detectar posibles fallos en la máquina, y con una adecuada modernización o actualización de los controles de maquinaria ya existentes, se consigue reducir enormemente el tiempo de inactividad.
Mejorar calidad
Se pueden controlar y supervisar todas las etapas de los procesos industriales, desde el inicio de un producto hasta el final, teniendo la posibilidad de gestionar los datos del proceso y producción aunque cambien, garantizando la uniformidad y la calidad del producto a la vez que se ahorra en costes.
Se pueden realizar pruebas de producción, tanto a productos como a equipos en tiempo real, identificando con rápidez cualquier producto fuera de tolerancia o los defectos de las piezas.
Los errores humanos disminuyen gracias a que la automatización reduce la participación humana.
Aumentar la productividad
Con la automatización industrial una planta de fabricación puede operar los 7 días de la semana 24 horas diarias, mejorando notablemente la tasa de producción, minimizando el desperdicio y reduciendo los errores..
Mejorar la seguridad
Al sustituir las máquinas a las personas en los trabajos más peligrosos o que puedan perjudicar su salud, se consigue una mayor seguridad laboral.
Reducir el coste de energía
Se reduce el consumo de energía y los picos de demanda, al permitir la supervisión del uso de la energía con una mayor precisión, se puede garantizar el equilibrio de los sistemas de distribución.
Alta flexibilidad
La fácil programación de los robots para realizar distintas tareas hacen que la producción sea mucho más flexible.
Precisión de la información
La recopilación de datos automatizada permite mejorar la precisión de datos reduciendo los costes destinados a dicha recopilación. La precisión de la información es necesaria para la toma de decisiones correctas.
Aplicaciones de la automatización industrial
La automatización industrial puede aplicarse en diferentes sectores, desde industrias donde el transporte de mercancías es esencial hasta cadenas de montaje donde es necesario diferenciar el volumen, la forma o el peso de los objetos.
Cualquier industria que tenga como objetivo un aumento de la producción y de la calidad a la vez que reduce los costes y los riesgos, debe optar por la automatización:
- Farmacéuticas
- Agro-alimentarias
- Automoción
- Químicas
- Metalúrgica
- Minera
- Aeroespacial
Tipos de automatización industrial
Dependiendo del objetivo de la empresa se debe optar por un tipo de automatización u otro:
Automatización Fija: se utiliza para la producción de grandes volúmenes de piezas idénticas con un coste muy bajo, sin posibilidad de personalización ni modificación.
Automatización Programable: recomendable para la producción de distintos tipos de objetos en volúmenes bajos. Ofrece la posibilidad de reconfigurar y reajustar el software y la máquina fácilmente, siendo esta su ventaja principal.
Automatización Flexible: es un híbrido que agrupa las funcionalidades de las dos anteriores, está diseñado para la producción de series medianas y permite ajustar periódicamente la línea de producción.
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